
Programa tu mente para el exito en tres pasos (Empezando hoy)
Tu negocio es un reflejo de vos. Si querés crecer con claridad y confianza, el primer paso es entrenar tu mente para que juegue a tu favor.
MENTALIDAD
Paz Fernández
9/22/202510 min read
Tu mente es la oficina central de tu negocio.
Cada pensamiento es un mail que entra, cada emoción es un empleado que te da un informe, cada creencia es una política interna que define lo que se aprueba y lo que se descarta.
Ahora: ¿qué pasa en un negocio si la central está desorganizada, saturada de ruido y con empleados estresados y confundidos? Caos. Y sin embargo, así es como la mayoría de las mujeres intenta crecer su negocio: buscando más estrategia, más herramientas, más productos, cuando en realidad lo primero que necesitan ordenar es su central: la mente.
Porque tu negocio no empieza en un plan de acción ni en un Excel, empieza en lo que pasa en vos, en tus ideas, tus objetivos y también en tus límites.
10 años emprendiendo me enseñaron lo que ningún libro en la facultad de psicología me enseñó: el negocio es el espejo más brutal que vas a tener. Te muestra tus miedos, tus dudas, tu nivel de compromiso, tu disciplina, tu relación con el dinero y hasta la forma en la que te hablás a vos misma. Todo.
Ese reflejo está ahí, es lo que es. Podes enojarte con lo que ves, tratar de negarlo, o podes usarlo a tu favor. Y cuando sabes cómo reprogramar tu cerebro a tu favor, podes lograr lo que quieras.
Ese es el tema de hoy, al terminar de leer este blog vas a tener las herramientas prácticas para diseñar tu mente a tu gusto, y con ella, tu negocio.
Si tu negocio es un reflejo de vos, programate para el éxito
En la facultad de psicología encontré la explicación científica a lo que buscaba entender.
Resulta que en tu cerebro existe un filtro, como un asistente que decide qué información llega a la CEO y qué se descarta, porque llega tanta información, que no sería sano ni productivo para vos absorber todo.
Este filtro se llama Sistema Activador Reticular (SAR).
Y aunque suene técnico, lo ves en acción todos los días: te paso de ver una publicidad de un auto y después ves ese auto en todos lados? Ese es tu SAR diciéndote: “esto es importante, prestale atención”.
Lo poderoso es que este filtro podes programarlo a piacere.
Si hasta ahora tu SAR estuvo reforzando creencias de escasez, autoexigencia o miedo, hoy vas a aprender cómo reconfigurarlo para que en su lugar te muestre oportunidades, soluciones y pruebas de que sí podés lograr lo que querés.
Porque al final, la percepción que elegís se convierte en tu realidad.
Al igual que vos, durante mucho tiempo pense que lo que detenía el crecimiento de mi negocio era no ser lo suficientemente inteligente, capaz o trabajadora, aunque otras personas me decían lo contrario.
El verdadero problema es que tu mente lleva años programada con creencias que te sabotean:
“No tengo tiempo.” La excusa perfecta para postergar lo importante.
“No soy suficiente.” Dudas de cada paso, minimizas cada logro.
“El dinero es difícil de hacer y más difícil de mantener.” Aunque ganes, siempre sentís que se escapa entre tus manos.
Estas creencias no son la verdad. Son filtros que tu cerebro adoptó por repetición, experiencias pasadas o lo que escuchaste toda tu vida. Pero lo fascinante de la mente humana es esto: podes elegir crear algo distinto.
La neurociencia lo llama neuroplasticidad: la capacidad de crear nuevos caminos neuronales, nuevas conexiones, nuevas respuestas. En otras palabras: podés literalmente reconfigurar cómo pensás y cómo actuás.
En un ambiente como los negocios, típicamente liderado por hombres, aprendimos a entender la disciplina desde el punto de vista masculino: luchar, trabajar y sacrificio, y para ellos funciona porque tienen un ciclo hormonal de 24 horas, pero para nosotras, con un ciclo de +/- 28 días, no.
Practicar la disciplina de la misma manera que un hombre se termina convirtiendo en un castigo, pero la disciplina femenina no es sufrimiento: es devoción.
Devoción a tu visión, a tu familia, a la mujer que sabés que podés ser.
La disciplina femenina es un acto de amor propio.
Y cuando cambiás la creencia de que la disciplina es un castigo por la creencia de que es tu forma de cuidarte y honrar lo que deseás… todo cambia.
Tu cerebro empieza a reforzar esa identidad: la de una mujer capaz, enfocada, magnética.
Ok, entendiste la teoría. Ahora, ¿cómo la llevás a la práctica en tu día a día? Te voy a mostrar el proceso en tres pasos simples pero no fáciles: observar, reprogramar y actuar. Este es el proceso que yo misma uso y que te voy a enseñar hoy.


Paso #1. Observación
“La sombra que ignoras se convierte en el dios al que sirves. Los rasgos que niegas en ti mismo no desaparecen; te poseen en secreto. Los perseguirás en tus relaciones, los proyectarás en tus enemigos o los transmitirás a tus hijos. Lo que te niegas a dominar, te dominará a ti.”


Mira a las personas que admiras, esas personas que ya están donde vos queres estar. Si les preguntaras “¿Cómo lo hiciste?” No te responderian “No se, ni idea”, te dirían una lista de cosas que tuvieron que hacer para llegar a donde están, y seguramente el sacrificio es parte de eso (sobre todo al principio) pero no es lo único.
Todo lo que admirás en los demás también existe en vos. No estás loca, nunca lo estuviste: solo estuviste corriendo un programa viejo que ya no te sirve. Y a partir de hoy cada acción que elijas con consciencia es evidencia que le das a tu cerebro de que algo distinto es posible.
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Porque vos no llegaste hasta acá solo para llegar hasta acá.
Bienvenida a la comunidad.
con amor,
Paz 🌹🖤
Antes de crear algo nuevo, tenes que observar con total consciencia que te sirve y que no de tu presente.
Tomate 10 minutos por dia y respondete preguntas como estas:
¿Qué es lo que más temo perder si cambio mi vida por completo?
¿Qué es lo que más temo ganar si tengo éxito?
Cuando en mi como una CEO, ¿qué dudas surgen de inmediato?
¿Qué es lo peor que imagino que podría pasar si logro lo que quiero?
Si queres mas preguntas como esta, descargate esta lista de preguntas que hice para vos sobre distintas áreas de la vida.
La observación hace visible lo invisible, y no podes cambiar lo que no ves


Paso #2. Reprogramación
“Toda excusa es solo un miedo bien disfrazado. Tu ego te protege de la vergüenza más de lo que te guía hacia la grandeza. En el momento en que algo se siente incierto, tu mente acciona el freno de emergencia y lo llama lógica. Hasta que no estés dispuesto a parecer estúpido, nunca serás libre.”
Tu cerebro es programable a través de la repetición + emoción + imágenes.
En este punto, el objetivo es empezar a cambiar creencias que no te sirven, por unas que sí. Para esto podes utilizar videos motivacionales, afirmaciones, subliminales y hasta canciones. Unos 20 minutos al día es suficiente.
Por ejemplo:
“Soy capaz de sostener mi negocio y mi vida con consciencia”
“El dinero llega a mí con facilidad y lo administro con sabiduria”
“Elijo lo que me acerca a mi visión y suelto lo que me distrae.”
“Soy constante porque mi visión lo merece.”
Las palabras que usás no son inocentes: son información directa a tu mente.
Si cada día decís “no tengo tiempo”, tu SAR busca pruebas de que eso es cierto.
Pero si cambiás el lenguaje por “yo elijo lo que es importante para mí”, abrís espacio para nuevas decisiones.
El cerebro es como un músculo: cuanto más lo ejercites, más fuerte se vuelve, así que la repetición es lo importante.
El problema es que muchas veces el músculo que más ejercitamos es el de la autoexigencia, la procrastinación o la duda. Y sin darnos cuenta, estamos reforzando el ciclo de autosabotaje.
La salida no es autoflagelarse con la culpa, porque vos sabes lo que tenes que hacer, sino elegir conscientemente algo distinto todos los días.
Para potenciar el efecto de estas nuevas creencias, usa tus emociones.
Nos enseñaron que las emociones son un estorbo, que hay que esconderlas o controlarlas. Pero la neurociencia dice otra cosa: las emociones son información importante para tu cerebro, le muestran qué es relevante, qué te mueve, qué importa. Incluso tu cuerpo lo sabe: tenés músculos en la cara creados solo para expresarlas. Son conocimiento, y como el conocimiento es poder, podés usarlas a tu favor.
Con cada creencia nueva, vas a pararte a pensar que te haría sentir una vez que sea algo presente en tu vida y vas a buscar formas en las que HOY puedas vivir esas emociones en tu presente.
Por ejemplo:
Si tu creencia nueva es “Mi negocio sostiene una vida tranquila”, preguntate: ¿que te trae tranquilidad hoy? Y busca una acción para experimentarlo hoy: tomar sol en tu jardin, desayunar en silencio, etc. Eso ya es tranquilidad, y entrenar a tu cerebro para reconocerla lo prepara para recibir más.
Y si queres fortalecer aún más este proceso, hace collages con lo que queres lograr y ponetelo en un lugar en el que puedas verlo diariamente. Tomate un momento cada día para visualizar lo que queres, ponete música o medita, es tu momento de conexión con tu futuro yo.
Ahora, es sumamente importante que ejerzas la paciencia en todo este proceso, va a haber días en los que no vas a querer seguir, en los que tus viejas creencias van a querer surgir y hacerte volver a tu zona de confort, o tu ciclo te va a jugar en contra, cuando reconozcas que eso es lo que está pasando, frena ese pensamiento y reconocelo como lo que es: un pensamiento. Y hoy elegis no dejar que ese pensamiento siga dictando tu vida.


Paso #3. Acción
“No tienes personalidad, tienes un patrón. Lo que llamas “tú” es solo la versión más ensayada de quién has sido. La identidad es un trance. La interpretas hasta que se fosiliza. La única manera de cambiar es dejar de intentar sentirte diferente y hacer algo diferente.”
La identidad es el verdadero vehículo. Actúa como si todo lo que buscas ya estuviera en tu vida, eventualmente tu cerebro va a tener que ponerse al corriente.
Esto significa: definir qué hace esta nueva versión de vos, encontrar una métrica para medirlo y actúa en consecuencia.
Tu nuevo yo toma 2L de agua por día? Observa y anota cuanta agua tomas.
Tu nuevo yo entrena 3 veces por semana? Observa, actua y anota cuantas veces entrenas.
Tu nuevo yo postea 5 veces por semana? Observa, actua y anota cuantas veces subis contenido.
Hay estudios que indican que solo por el hecho de medir una acción, aumenta tu probabilidad de lograr tu objetivo entre un 20% y un 40%. ¿Por qué? Porque estás enfocando tu atención en lo que te lleva a donde queres, y dandole evidencia a tu cerebro de que realmente podes hacer lo necesario.
En resumen:
Paso 1: Observa, identifica lo que sirve y lo que no.
Paso 2: Reemplaza las creencias que no sirven con unas nuevas.
Paso 3: Aplica y repite.
Repeti este proceso lo más que puedas, y vas a empezar a notar como las creencias que antes aparecían constantemente, surgen cada vez menos. Esta es una señal clara de que el proceso está funcionando. Y entonces, tu cerebro va a empezar a dirigirte hacia lo que queres con facilidad.
Herramientas Prácticas para empezar hoy
Cuando te levantás a la mañana, toma 3 respiraciones profundas y repeti 3 afirmaciones basadas en creencias nuevas. Esto regula tu sistema nervioso y a la mañana el cerebro está más receptivo a nueva información.
Ejercicio de reframe: cada vez que te repitas creencias viejas que ya no te sirven como “no tengo tiempo”, reemplazalo por “yo elijo lo que importa”. Esto te devuelve poder en lugar de sacartelo.
Preguntate cuantas veces sea necesario: “¿esto es coherente con lo que realmente quiero?” y actuá en consecuencia.
Journaling rápido que podés hacer hoy:
“Que puedo hacer hoy que me lleve más cerca de lo que quiero?”
“¿Qué creencia elijo en lugar de [escribí la que más te limita]?”
Elegí una acción que represente quien queres ser y hacela hoy.
Cuando empecé mi primer negocio, vivía repetiendome: “no soy buena con la plata.” Y claro, no conocía nada distinto, crecí en una casa en donde las finanzas era un tema que jamás se habló. Esa creencia me llevaba a cobrar menos, a no animarme a invertir y a sentir que nunca alcanzaba. El día que la reemplacé por: “estoy aprendiendo a manejar el dinero con confianza”, empecé a aprender y a tomar decisiones distintas. Pude subir mis precios, ahorrar y hasta crear un sistema que hoy me da libertad. No fue magia: fue (y es) una elección.
Y si yo pude, vos también.
Errores Comunes al Reprogramar tu Mente
Ahora que conocés el proceso y tenés herramientas claras para empezar, quiero mostrarte algo igual de importante: los errores más comunes. Y digo comunes porque todas pasamos por ellos, yo incluida. No son motivo de culpa, son simplemente señales de que tu mente quiere volver a lo viejo. Reconocerlos a tiempo te da la oportunidad de elegir distinto y volver al camino.
Error #1: Creer que tenés que ser perfecta para empezar.
Esa obsesión con hacerlo todo impecable es la excusa más elegante que hay para no moverte nunca. La solución es simple: empezá con lo que hay, aunque sea chiquito. La perfección se construye en el camino.
Error #2: Abandonar demasiado rápido.
Tu cerebro no se reprograma en un día. Si tirás la toalla a la primera incomodidad, lo único que hacés es confirmar la vieja creencia de “yo no puedo”. La clave es repetición, no velocidad.
Error #3: Consumir inspiración sin implementación.
Podés leer mil frases motivacionales, pero si no hacés los ejercicios, nada cambia. La motivación te enciende, la acción te transforma.
Error #4: Confundir recaídas con fracasos.
Un mal día no borra tu progreso. Pero si lo interpretás como “todo se arruinó”, le das poder a tu vieja programación. La clave está en observar la recaída, aprender de ella y volver a elegir.
Error #5: Quedarte en la “fase de consumo” de herramientas.
Es fácil saltar de afirmaciones a subliminales, de visualizaciones a talleres, sin profundizar en ninguna. Pero tu cerebro no necesita mil técnicas nuevas, necesita constancia con una sola para crear nuevas conexiones.